Mientras el 56 % de las personas matriculadas en las universidades españolas son mujeres, el género femenino tan sólo representa el 36% de los estudiantes de carreras científicas. Este hecho, que se reproduce a nivel mundial, es la realidad con la que se articula la obra de una de las escritoras más populares del género romántico: Ali Hazelwood. Porque sí, todas sus protagonistas son mujeres científicas.
No en vano, ella es una más. Hazelwood nació en Italia y vivió un periodo de tiempo en Alemania y Japón pero se trasladó a Estados Unidos para realizar su doctorado en neurociencia. Como método de distracción y para liberar todo el estrés que le producía todo ese ambiente académico empezó a escribir fanfics de ‘Star Wars’ sobre “Reylo” (palabra usada para designar el romance entre Rey y Kylo Ren, interpretados por Daisy Ridley y Adam Driver). En 2020 este fanfic llamó la atención de un agente literario y ya en 2021 realizó su debut literario con una de las obras más imprescindibles de la romántica moderna: ‘La hipótesis del amor’ (The Love Hypothesis).
No necesitó de tiempo o de un excesivo boca a boca para convertirse en tendencia, especialmente en el mundo BookTok. Tal fue el éxito que consiguió mantenerse durante 39 semanas en la lista de libros más vendidos del ‘The New York Times’, así como un total de 50 en la lista de USA Today. La falsa relación (uno de los tropos del género) entre los científicos Olive y Adam logró poner a Hazelwood en el mapa, convirtiéndose en uno de los nombres más importantes del romance.
Del fanfic a una prolífica carrera como escritora
En mi anterior artículo hablé sobre el auge del hockey sobre hielo como marco de las nuevas historias románticas. Hazelwood va incluso más allá con el uso del mundo científico, colocando sobre el foco ya no sólo el papel de la mujer en la ciencia y el techo de cristal que estas se encuentran en dicho mundo, sino también la precariedad del ámbito científico y la dificultad para conseguir financiación para la investigación.
Este tema recurrente en sus libros ha llevado a acuñar su propia etiqueta, autora de novelas “steminist“, término que hace referencia a las mujeres que defienden la igualdad de oportunidades en los campos STEM (acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering and Mathematics); tradicionalmente dominadoS por los hombres. Hazelwood trasciende además los límites de la reivindicación o el mero gimmick, porque ha conseguido poner toda esa problemática del mundo científico al servicio de la narrativa.
Casi todos los campos de la ciencia están cubiertos en las obras de Hazelwood. Tras el éxito en su debut, en 2022 la autora publica “La química del amor” (Love On The Brain), bestseller instantáneo del New York Times. Aquí conocemos a Bee, una científica que se ve obligada a trabajar en un proyecto neurocientífico en la NASA, y el único contratiempo es que tendrá que colaborar con su archienemigo, Levi. Hazelwood cumple los deseos de los fanáticos del enemies to lovers (otro tropo más del género), en esta ocasión con una pizca de “realmente él nunca te ha odiado”, una fórmula casi mágica para las novelas de romance.
En ese mismo año la autora también publica un conjunto de novelas cortas: ‘Bajo el mismo techo’, ‘Atrapados’ y ‘Bajo cero’, la historia de tres amigas ingenieras (Mara, una ingeniera medioambiental; Sadie, una ingenieria civil; y Hannah, una ingeniera aeroespacial) que navegan por los retos de su profesión y de sus relaciones personales.
En 2023 estos relatos los encontraremos por fin agrupados en un solo tomo, ‘Del odio al amor‘ (‘Loathe To Love You’). También en 2023 se publica ‘La teoría del amor’ (‘Love, Theoretically’), donde Elsie y Jack, dos físicos en campos rivales, se ven envueltos en todo tipo de disputas académicas y relaciones falsas constatando que quizá no son tan incompatibles como pensaban. Hasta este momento Hazelwood hacía gala de cierto grado de humor que desaparece para ceder el total protagonismo al romance per se.
Este mismo año, con la publicación de ‘No es amor’ (‘Not in love’), la escritora aparta el foco del mundo académico y se centra en el mundo laboral dentro del ámbito científico. Rue es una ingeniera biotecnológica en Kline, una empresa emergente dedicada a la ciencia de los alimentos que se embarca en una relación prohibida y secreta con el hombre que pretende adquirir esa misma empresa en la que trabaja.
La química en el laboratorio (de química)
La fórmula del éxito de Hazelwood tiene tres pilares: usa las herramientas que mejor funcionan en romántica como las relaciones falsas o un amor prohibido, apuesta por un marco científico rompedor y bien explicado dada su formación en neurociencia, y remata la jugada con un lenguaje directo, irónico, divertido e irreverente.
Quizás lo más interesante es lo que la diferencia, concretamente ese segundo punto y más especialmente el uso de un vocabulario técnico, pero consigue que acabe resultando familiar y fácilmente comprensible para todos los lectores. Es un añadido que se agradece, pero que no entorpece la lectura, porque más allá de esos términos científicos, y de si la protagonista es bióloga, neurocientífica, carnicera o historiadora, cualquiera puede identificarse con el paternalismo, el machismo en el mundo laboral o las dificultades que supone tu género para situaciones de tu día a día.
Las historias de Hazelwood no necesitan de giros de guion dramáticos o avalanchas narrativas en el tramo final. Son predecibles, nos dan ese final feliz que muchas veces anhelan los lectores y el llamado plot twist no suele ser muy efectivo ni revelador. La magia está en cómo se desenvuelven los personajes y la absoluta química que desprenden todas y cada una de las parejas que la autora crea. Y eso incluyendo la destreza que exhibe la autora a la hora de escribir escenas íntimas.
En su página web, Ali Hazelwood, confirma que sigue dando clases; aunque algo de la anterior frase es falso. El nombre por el que la conocemos es un pseudónimo, y uno bastante efectivo, ya que en una entrevista concedida a The Washington Post habla sobre cómo sus alumnos y compañeros de trabajo son desconocedores de su alter-ego: “Nadie me ha dicho nunca nada […] No creo que lo sepan. A lo mejor no leen novela romántica”. Y sobre su decisión de mantener o no su verdadero nombre en secreto lo tiene muy claro: “La gente que me conoce como Ali Hazelwood, los lectores, no quiero que sepan mi verdadero nombre. Pero no me importa que la gente que sí lo conoce descubra que soy Ali Hazelwood”.
Quien sí ha hablado de Ali Hazelwood es el Stanford Daily, el diario de la Universidad donde transcurre ‘La Hipótesis del Amor’. Aunque en el artículo tienen a bien criticar la documentación sobre la localización (por lo visto no acierta con las cafeterías descritas), sí que cuentan lo siguiente sobre lo relevante en términos de encuadre científico: “El énfasis en la colaboración dentro del campo de la biología, representado a través del deseo de Olive de asociarse con modeladores computacionales, o incluso pequeños detalles como el afán de un estudiante de posgrado por utilizar primero la máquina de PCR, reflejan el propio conocimiento y pasión de Hazelwood por el campo”.
Además, se destaca lo atinado de la precariedad sufrida por los investigadores más jóvenes.
Aunque la autora se haya hecho conocida por el uso de la ciencia en sus novelas, la realidad es que en los últimos tiempos está haciendo sus pinitos en otras temáticas. Un buen ejemplo de esto es ‘Jaque Mate al Amor’, una novela de 2023 de corte más juvenil que sus anteriores obras que versa sobre dos rivales de ajedrez que se cruzan en una competición. Ya en 2024 publica ‘Novia’ (‘Bride’) y aquí llega el gran giro ya que Hazelwood se estrena en el omegaverse.
Este concepto daría para un texto en sí mismo, pero al lector menos experimentado le bastará saber que es un universo de fantasía con sus propias reglas, basado en una jerarquía de clases distintiva compuesta por los alfa, los beta y los omega donde tienen cabida vampiros y hombres lobo. Por cierto, Hazelwood ha confirmado que estos libros son sus favoritos.
Tendría mucho sentido que todos escucháramos el nombre de Hazelwood más a menudo. No en vano, se ha sumado al gran número de escritoras que han vendido los derechos de sus obras y próximamente podremos ver en pantalla ‘La hipótesis del amor’. Sin fecha aún para su estreno, será una nueva forma de conocer esos personajes femeninos ingeniosos, descubrir sus bromas inteligentes y deleitarnos con la química que exhiben sus parejas protagonistas.
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La noticia
Un amor químicamente puro: cómo una neurocientífica está revolucionando la literatura romántica con sus libros
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Lara Ben-Ameur
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