TikTok está pasando por un pequeño gran bache. La aplicación ha sido fuertemente acusada de estar diseñada para enganchar, para generar adicción y de hacer poco para evitarlo. Se enfrenta, además, a una investigación por parte de la Comisión Europea, precisamente, por su diseño y la aparente falta de transparencia y efectividad de sus herramientas de verificación de edad.
Es una situación compleja y, ante semejante tormenta, la aplicación ha optado por tomar medidas preventivas. Una de ellas tiene que ver con uno de los apartados capitales de la experiencia de uso: los filtros de belleza, que a partir de ahora no podrán ser usados por los menores.
Los datos de TikTok. Según ha explicado la compañía, TikTok tiene 175 millones de usuarios mensuales en la Unión Europea. Durante el evento European Safety Forum que ha tenido lugar estos días en las oficinas de TikTok en Dublín, la empresa ha asegurado haber invertido 2.000 millones de euros a nivel mundial en sus esfuerzos por “mantener a nuestra comunidad a salvo” y, de paso, ha anunciado una serie de medidas relacionadas con la protección de los más jóvenes.
13 años. Esa es la edad mínima que el usuario ha de tener para poder usar la app. De acuerdo a TikTok, todos los meses se eliminan unos seis millones de cuentas por no cumplir ese requisito. En ese sentido, la empresa se encuentra explorando “cómo la nueva tecnología de aprendizaje automático puede mejorar nuestros esfuerzos para evitar que los menores de 13 años estén en nuestra plataforma.
Filtros para mayores. TikTok se ha referido a un estudio (encargado por ellos) que, en primer lugar, afirma que “los jóvenes y los padres consideran beneficioso ser auténtico en Internet y reconocen el impacto positivo de la pertenencia y la conexión en la red”. No obstante, dicho informe también determina que “los adolescentes y sus padres se mostraron preocupados por los efectos de «apariencia», como el hecho de que quienes vieran el contenido no se dieran cuenta de que había sido alterado”.
En TikTok hay filtros y efectos de todo tipo, algunos tan inocentes como un gorrito con forma de gato, y otros capaces de alterar nuestra apariencia por completo para, por ejemplo, hacernos parecer mayores, modificar rasgos faciales, etc. Pues a partir de ahora, TikTok va “restringir el uso de algunos efectos de apariencia a los adolescentes menores de 18 años”. La definición es vaga (“algunos efectos de apariencias”…), pero al menos es un primer paso.
De la misma manera, TikTok va a dar más información sobre cómo los efectos pueden alterar la apariencia en el caso de aplicarse y, de cara a los creadores de los mismos, va a actualizar sus recursos para que sepan los posibles efectos adversos que sus creaciones pueden tener.
El reto sigue siendo el mismo. Y es la detección temprana de los menores. Saber qué edad tiene un potencial usuario al mismo tiempo que se preserva su privacidad es todo un desafío tecnológico. Aunque sobre el papel se podría pensar que sería tan fácil como subir una imagen del carnet de identidad, la realidad es mucho más compleja. Un grupo de trabajo de la Comisión Europa se encuentra trabajando en el desarrollo de una solución que respete la privacidad, pero seguramente tarde en llegar.
Las medidas están bien, pero su correcta implementación sigue dependiendo de algo que todavía no es fácil conseguir.
El estudio. Este comunicado llega a la par que un nuevo estudio de la Universitat Pompeu Fabra en colaboración con la Universitat Oberta de Catalunya. Publicado en Nature, este estudio afirma que uno de cada cinco jóvenes pasa más de dos horas al día en TikTok, superando así el umbral a partir del cual pueden sufrir problemas de salud mental.
El estudio se basa en una encuesta a 1.043 jóvenes de toda España de entre 12 y 18 años. El 20,22% de los chicos pasan más de dos horas en la app, porcentaje que aumenta al 24,37% en el caso de las chicas. “En este sentido, varios estudios previos han constatado que el hecho de usar las redes sociales durante más de dos horas al día está asociado a una baja autoestima en cuanto a la imagen corporal, una percepción negativa de la propia salud mental o un incremento del riesgo de estrés psicológico o de ideas suicidas”, explican desde la UOC.
Los filtros. Este estudio se centra en el uso compulsivo de la app, pero sobre el efecto que los filtros tienen o pueden tener sobre nuestra autoestima y percepción también ha habido casos interesantes. Uno fue el del filtro Bold Glamour, que altera la apariencia femenina poniendo labios más gruesos, aspecto maquillado, sombra de ojos y cejas levantadas, dando una imagen irreal y estereotipada que disparó las operaciones de cirugía estética.
Como explicó a Xataka el psicólogo cognitivo conductual y especialista en trastornos de ansiedad, Francisco Tabernero, el problema de la imagen que se proyecta en redes sociales es que “se convierte en un sistema de referencia para calcular su valía personal”.
Decenas de estudios recientes evidencian que los filtros han hecho que los usuarios se vean más feos y tengan más inseguridades, logrando un peor bienestar psicológico. Esta investigación, por ejemplo, descubrió que cuando a las niñas de 14 a 18 años se les mostraban selfies originales y retocadas, estaban menos satisfechas con ellas y sus cuerpos. Este otro estudio de la ya mencionada UOC determinó que este tipo de filtros pueden llevar al trastorno dismórfico corporal (o TDC), una una percepción distorsionada de nuestra propia imagen que puede llevar a desarrollar comportamientos obsesivo-compulsivos.
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Los filtros de belleza tienen un impacto negativo en nuestra salud. TikTok se los acaba de prohibir a los menores
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Jose García
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