En Corea del Sur, un país con una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo y donde la crisis demográfica se ha elevado a la categoría de “emergencia nacional”, la venta de carritos se ha vuelto un enorme negocio. Quizás suene contradictorio, pero la clave es para quiénes están pensados esos cochecitos que pueden pasar de los cientos o incluso mil euros. Dentro no van bebés recién nacidos, cada vez más difíciles de ver en las calles surcoreanas, sino perros. Hasta tal punto ha cambiado el sector que en 2023 se vendieron más carros para mascotas que para niños.
Y eso nos dice mucho sobre su demografía.
Cambio en el mundo de los carritos. 2023 fue un año especial para los vendedores de carritos de Corea del Sur. Por primera vez vendieron más modelos para perros y gatos que para bebés. Para ser más precisos, Gmarket calcula que los primeros representaron el 57% de todas las ventas canalizadas a través de su web entre enero y septiembre. Las unidades para niños supusieron el 43% restante. No está mal si se tiene en cuenta que hace unos años, en 2021, los carritos pensados para perros y gatos representaban el 33% del total de las unidades vendidas.
Wall Street Journal precisa que las ventas de cochecitos para perros se han multiplicado por cuatro desde 2019 y hay modelos que pasan de los mil dólares. Incluso habla de una compañía que empezó a fabricar cochecitos para bebés y en los últimos años, a la vista de la deriva del mercado y una natalidad menguante, ha decidido reenfocar su filial surcoreana para dedicarla de forma exclusiva al sector de los carros para perros. “Puedes poner a tu can o bebé en nuestros cochecitos”, comenta: “Pero el mercado aquí demanda cochecitos para mascotas”.
¿Un fenómeno puntual? No lo parece. Primero porque los carritos para mascotas lleva ya varios años ganando cuota de mercado sobre los fabricados para bebés. Segundo, porque las tiendas de cochecitos no son las únicas que han notado el cambio de ciclo que revela un mayor peso de la economía que gira en torno a las mascotas que la centrada en los bebés. En junio The Korea Times se hacía eco de datos de Gmarket que revelan que se venden más alimentos para mascotas que para bebés, una tendencia que la plataforma viene observando desde 2021.
Es más, el mercado de la comida para mascotas superaría al de los recién nacidos humanos de forma rotunda, por un margen de más de diez puntos porcentuales.
Un ejemplo: las cifras de Seúl. La tendencia y el equilibrio de las cuotas de mercado quizás resulten llamativos, pero no dejan de ser reflejos de una realidad más compleja: la difícil demografía de Corea del Sur. Seúl deja un ejemplo bastante ilustrativo. En 2023 el número de perros registrados en el Gobierno Metropolitano de Seúl ascendía a 622.000, más que los 594.000 bebés nacidos en la ciudad entre los años 2014 y 2023. Y no, no es un fenómeno exclusivo de la capital.
Mientras el país ve cómo su natalidad se hunde, alejándose cada vez más de los 2,1 nacimientos por mujer que marcan la “tasa de reemplazo”, el número de mascotas crece a buen ritmo. El Instituto Económico Rural calcula que en 2010 tenían canes, gatos u alguna otra mascota el 17,4% de la población. En 2020 eran ya el 27,7% y sus previsiones pasaban por que el porcentaje rondara ya el 30% de la población total en 2023, lo que supondría casi 15 millones de personas en todo el país.
Un negocio lucrativo. Más mascotas y menos hogares que hacen frente a los gastos de la crianza de niños se traduce en mejores perspectivas para el cada vez más lucrativo negocio del cuidado de los animales de compañía. The Korea Times cita estimaciones que hablan de que a lo largo de los próximos años crecerá hasta alcanzar los seis billones de wones en 2027, equivalente a 4.000 millones de euros. En 2023 rondaba los 2.700 millones. En 2022 calcula que ya había mascotas en 5,5 millones de hogares, lo que se traduce en alrededor de 12 millones de personas.
¿Y la natalidad? En el polo opuesto. Los datos del Banco Mundial muestran que la tasa bruta de natalidad de Corea del Sur lleva años cayendo en picado, con cinco nacimientos de bebés vivos por cada millar de personas en 2022. Diez años antes eran diez nacimientos. A principios de los 90 la cifra se aproximaba a 20 y en los 60 estaba por encima de los 40 nacimientos por millar de habitantes.
Otro indicador igual de nefasto es el de la tasa de fecundidad, que estima el número de nacimientos que espera que tenga una mujer a lo largo de su vida. Aunque hace décadas que Corea del Sur está por debajo de los 2,1, en los últimos años el indicador se acerca más a la base del eje horizontal. En 2022 era de 0,8.
El año pasado estaba ya en 0,72, un mínimo histórico. Semejantes cifras han llegado acompañadas de un temor creciente por cómo afectará el pinchazo de la natalidad a la economía y defensa de la nación. Sobre todo porque las políticas adoptadas por el Gobierno no han logrado de momento incentivar la natalidad.
“Prefiero gastarlo en mi perro”. Hace poco Kang Seung-min, una joven que pasea un carrito con un caniche por un parque de Seúl, explicaba con esas palabras al Wall Street Journal cómo ve su futuro: con 24 años no se plantea casarse ni ser madre. “Prefiero gastar dinero en mi perro”. El diario estadounidense asegura que la presencia de carritos para mascotas por las calles con la crisis demográfica como telón de fondo se ha colado de lleno en el debate público de Corea del Sur.
A comienzos de año una emisora nacional incluso le dedicó un apartado al “acalorado debate” y en 2023 el actual ministro de Trabajo, Kim Moon-soo, dejó ver también su inquietud: “Lo que me preocupa es que los jóvenes no se quieran entre sí. En cambio, aman a sus perros y los llevan consigo. No se casan y no tienen hijos”. El panorama no tiene visos de cambiar. Una encuesta reciente muestra que una de cada dos surcoreanas de entre 20 y 49 años no se plantea tener hijos.
Imágenes | Angela N. (Flickr)
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La noticia
La natalidad de Corea del Sur ha llegado a un punto crítico y los carritos son la prueba: vende más para mascotas que para bebés
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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