La nacionalidad de Cristóbal Colón no la única polémica que gira en torno al navegante ¿genovés? que hace cinco siglos descubrió América a los europeos. Si hay algo que suscite más controversia y exalte más los ánimos que la veintena larga de teorías que se disputan su natalidad desde Grecia a Portugal, pasando por un buen puñado de localidades repartidas por España, son sus monumentos.
Y es lógico que así sea. Son muchos, muchísimos, repartidos por medio mundo, incluido Japón. Y al fin y al cabo sirven para algo más que recordar su figura: son homenajes a un personaje controvertido. De ahí que durante los últimos años más de una haya acabado derribada, decapitada, pintarrajeada o incluso en el fondo de un lago. También nos recuerda que en casi todo el mundo tienen algo que decir del almirante. Eso sí, no en todas partes lo mismo ni con la misma contundencia.
25 nacimientos no son nada. Si para algo ha servido el documental ‘Colón ADN, su verdadero origen’, emitido el sábado por La1 y que se hace eco del estudio del catedrático José Antonio Lorente es para recordarnos lo disputada que está la natalidad del navegante. Disputadísima. Se le asignan al menos 25 cunas distintas que se reparten desde Quirós, en la actual Grecia, a Portugal, varios puntos de la actual Italia y otros tantos repartidos por España. 25 no es nada sin embargo si se compara con el número de estatuas que Colón tiene repartidas por el planeta.
Repartido por medio mundo. Monument Lab se ha dedicado a contar los que hay repartidos —o al menos lo estaban hasta hace no mucho— por EEUU y le han salido 150 esculturas. Si hablamos de monumentos y guiños toponímicos la suma se va a casi 300. Se han elaborado listas también que muestran que hay esculturas en América del Sur, Centroamérica, Canadá y Europa. Hace poco un usuario de Reddit aseguraba haberse encontrado una en un parque de Qintiang, China.
Esculturas de Cristóbal Colón pueden verse en Alejandría, en Egipto; o en Japón. Allí habría al menos dos. Una está en la Villa Española de Shima, abierta en 1994 y que lanza varios guiños al patrimonio español. Uno de ellos es una gran escultura similar al Colón de Barcelona y que se sitúa en un barrio llamada Columbus Plaza. Otra se alza en American Waterfront, en Tokyo DisneySea, que representa paisajes de Nueva York y Nueva Inglaterra en los años 20. Que ambas estén en escenarios que emulan a América y Europa habla también de la imagen de Colón en el país.
Del pedestal al fondo del estanque. No todas las estatuas han corrido la misma suerte. Su natalidad puede ser un “caramelo” disputado entre regiones, pero Colón también resulta una figura controvertida por su trato a los indígenas y la violencia de la colonización que siguió a 1492. Eso explica que algunos de esos monumentos hayan acabado derribados, pintarrajeados, decapitados, quemados o arrojados a un lago, como le ocurrió en 2020 a una escultura de Richmond. Sobre todo a lo largo de los últimos tiempos. En 2021 Bloomberg calculaba que desde los años 70 se habían retirado 36 monumentos que conmemoraban a Colón.
“¡Colón asesino!” La lista de incidentes con monumentos de Colón es larga, pero ahí va una muestra. A mediados de 2020, en pleno movimiento Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd, un grupo de manifestantes tiró al suelo con ayuda de cuerdas una estatua de Colón instalada en el Capitolio del Estado de Minnesota. Otro monumento acabó en un estanque en Richmond.
Durante el verano de 2020 se retiró una escultura de Grant Park, en pleno Chicago, para disgusto del Comité Cívico de Italoamericanos, que en 2023 aún lamentaban que la estatua siguiese acumulando polvo en un almacén, lejos de los ojos de los traseúntes. En junio de 2021 un grupo de manifestantes derribó otra estatua del navegante en Barranquilla, Colombia, al grito de “¡Colón asesino!” No mucho después otro monumento perdía su nariz en La Paz, Bolivia.
Un Colón, muchos Colones. Que en su día se erigieran estatuas que hoy se derriban o como mínimo generan debate, una ola que ha llegado a España, donde no hace tanto se discutía por ejemplo qué hacer con el monumento de Barcelona, se explica en gran medida porque no hay un solo Colón. Hay varios. Muchos.
Navegante hubo uno solo, cierto; pero las interpretaciones y relatos que se han construido en torno a él a lo largo de los siglos ha variado tanto o más que sus representaciones artísticas. En 2021 Kriston Capps punlicó en Bloomberg un magnífico análisis al asunto, sobre todo a cómo había cambiado la imagen del genovés desde el American Indian Movement (AIM) de la década de 1970.
Citando al historiador Thomas J. Schlereth, Capps señala que la imagen (y sobre todo la veneración) de Colón ha pasado por tres grandes etapas. La primera fue la de “Columbia”, figura alegórica que simboliza la libertad y el progreso y que explica que el primer monumento al almirante del mundo se erigiese en Baltimore en 1792, antes incluso que en Italia o España. Con el tiempo ese ideal mutó.
¿El ideal del pionero o palanca de un “holocausto”? A finales del siglo XVIII su figura se replanteó para asimilarla a la de un explorador que sintetizaba un ideal distinto, el de la expansión hacia el Oeste. Para la Exposición Colombina Mundial de 1893 la visión de Colón ya era más compleja y en el quinto centenario del “descubrimiento” de América, en 1992, estaba extendido el escepticismo y la crítica en torno a Colón. Un año después el historiador David Stannar publicó un ensayo tan célebre en su día como polémico. Su título no puede seresultar más elocuente: ‘El Holocausto americano: Colón y la conquista del Nuevo Mundo’.
Adaptado a cada momento. Si algo deja claro esa evolución es que Cristóbal Colón sirvió para algo más que descubrir América a los europeos. Su figura se ha usado como símbolo, reflejando en su biografía unos u otros valores en función del momento: libertad y progreso, exploración y rudeza, el triunfo de la intelectualidad sobre la sombría visión medieval del mundo… Los inmigrantes italoamericanos lo asimilaron a un “santo étnico”, quien vio en él un símbolo nacional para EEUU y quien finalmente se centró en su papel en la colonización y el trato a los indígenas. En el 92 el Ayuntamiento de Berkeley dio un paso clave al dejar de celebrar el Día de Colón, cambiándolo por el Día de los Pueblos Indígenas. Otros le siguieron.
¿Adiós a Colón? Si bien su imagen actual es mucho más rica (y polémica) que aquella vieja alegoría colombina que se asimilaba casi con Atenea, lo cierto es que Colón sigue siendo una figura difícil de abordar. En EEUU se le han usado grúas y cuerdas para retirar monumentos y cambiado sus homenajes por otros dedicados a los indígenas, pero en 2019 un estudio de Rasmussen Reports mostró que el 56% de los adultos opina que el país debe seguir honrándolo con un día festivo.
En el continente se derriban sus estatuas, pero no hace tanto se finalizó en Puerto Rico ‘El Nacimiento del Nuevo Mundo’, una mole de 110 m de altura que muestra al navegante y destaca por su tamaño en el catálogo escultórico de toda América.
“De forma crítica”. En Europa también hay quien lo ve como un símbolo incómodo y el continente no ha sido ajeno al debate sobre si se debe celebrar o si deberían retirarse estatuas, pero el país sigue teniendo un amplio catálogo de ellas. Incluida la de Barcelona. La propia exalcaldesa Ada Colau se mostró partidaria de mantenerla en su día, aunque apostillando que “de forma crítica”.
El reciente documental de La1 sobre la investigación de Lorente muestra además que Colón sigue generando fascinación… y que, polémico o no, símbolo del progreso o de la opresión nativa, su cuna sigue estando disputada.
¿Y más allá de América y Europa? Quizás la mejor prueba del alcance de Colón como figura histórica es que trasciende a América y Europa. Hace poco un usuario de Reddit mostraba la foto de una escultura del navegante levantada en Qingtian, China, y representaciones similares pueden encontrarse en otros países fuera de Asia o incluso África. Eso sí, de forma localizada y con mucha menos frecuencia que América, Italia o España, donde abundan las calles Colón.
Para comprender qué imagen tienen de él ayuda consultar la prensa. Diarios asiáticos como Indian Express o The Economic Times le dedicaban hace poco artículos en los que ahondaban en su figura “polémica” y la hemeroteca refleja que también allí se ha revisado su rol histórico. Ya en los años 70 Historical Research publicó un artículo de Yen Chung-ping con un titular que hablaba de nuevo por sí solo: “Colón, el pirata colonialista”. El ensayo deslizaba que hay teorías que sugieren que los chinos estuvieron en América mucho antes que el genovés.
Una prueba más que más allá de las fronteras, cunas y continentes, Cristóbal Colón sigue suscitando dos emociones: fascinación… y una buena dosis de controversia.
Imágenes | PatersonGreatFalls -A Visual Reference for Teacher (Flickr), Dr Bob Hall (Flickr) y Mike Steele (Flickr)
En Xataka | Al final la respuesta a “de dónde es Cristóbal Colón” siempre será la misma: depende de dónde vivas tú
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La noticia
Hay una estatua de Colón hasta en Japón. Y eso ilustra hasta qué punto su figura es controvertida
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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