Soy de los que piensan que no hay buenos o malos estudiantes, simplemente no han encontrado una técnica de estudio adecuada que les funcione. El método Feynman es una técnica de estudio progresiva que sirve para mejorar la capacidad de comprender y memorizar un tema, por complejo que este sea.
En cierta forma, esta técnica de estudio se basa en la famosa frase atribuida a Albert Einstein: “Si no puedes explicar algo de forma sencilla, es que no lo entiendes lo suficiente”, pero aplicándole una ligera modificación para quedarse en un:” Si no entiendes algo lo suficiente, explícalo”. Para aplicar esta técnica el estudiante debe actuar como si tuviera que explicarle la materia de estudio a alguien que debe entenderlo.
Richard Feynman: el gran explicador
El método Feynman toma su nombre de su creador, Richard Phillips Feynman, un físico teórico estadounidense considerado como el creador de la teoría de la Termodinámica cuántica y ganador de un Premio Nobel en 1965.
Feynman, además de una eminencia en investigación que participó en el Proyecto Manhattan, también era profesor de física y se dio cuenta de la importancia de la forma de explicar los temarios para que sus alumnos aprendieran temas los temas complejos que explicaba.
Así que Richard Feynman creó esta técnica de estudio para facilitarles el trabajo a sus alumnos, basándose en el método de estudio que él mismo puso en practica siendo estudiante de Princeton, en el que utilizaba un cuaderno que llamó Cuaderno de cosas que no sé (Notebook of Things I Don’t Know About). Feynman usó ese cuaderno para reducir a lo esencial lo que había aprendido, suprimiendo palabras y términos técnicos que no hacían más que emborronar el conocimiento básico.
Los cuatro pasos de Feynman
El método Feynman consiste en descomponer la información de forma sencilla, y para ello deben seguirse cuatro pasos en los que se utiliza el “superpoder” de la escritura, combinado con el esfuerzo de síntesis que debemos hacer para explicar a otra persona un determinado concepto.
Selección del concepto
Comienza con la elección del tema o concepto a estudiar. En este punto, cuanto más específico sea el concepto, mejor. E incluso podrías crear apartados si el tema es complejo. Lo importante es que te quede claro qué vas a contar desde el propio título. Por ejemplo: Teorema de Pitágoras o Fotosíntesis de las plantas.
Explicación sencilla
El segundo paso es escribir una explicación breve del concepto que vas a estudiar con tus propias palabras, como si se lo enseñaras a alguien sin conocimientos previos.
En este apartado no se trata de trasladar literalmente lo que has aprendido de memoria en los libros, sino que lo expliques con tu propio lenguaje, sin entrar en tecnicismos complejos.
En este paso, incluso te puede resultar útil imaginar que te encuentras ante alguien al que le tienes que explicar la materia. Al hacerlo, saldrán a la luz las lagunas de conocimiento que te falta afianzar y te permitirá corregirlo.
Revisión y ajuste
Si algo te falló en el paso anterior, este paso te permite revisar aquellas partes de tu relato que, o bien no queda del todo claro, o que muestra algunas debilidades. Busca la información en tus apuntes de clase, libros, vídeos, Internet o incluso pregunta a tus profesores para profundizar en ese aspecto en concreto.
Mientras que el primer paso pone el foco en la materia y el segundo analiza y pone a prueba tus conocimientos, este es el que realmente asienta las bases para desarrollarlos y mejorar la comprensión de la materia estudiada.
Simplificación y fortalecimiento
Este paso es una optimización del segundo paso. En él se vuelve a revisitar el contenido del segundo paso, pero se hace habiendo solucionado las debilidades con el tercer paso. Por ello, este paso requiere volver a repetir la explicación, pero incorporando los nuevos conceptos corregidos y reforzados.
Además, este paso requiere un giro adicional, tratando de simplificar todavía más la explicación en términos aún más simples, como si se lo explicaras a un niño.
Estos cuatro pasos tienen como objetivo que el método de aprendizaje no pase por el mecanismo de la memorización automática de los términos de la teoría, sino que lo haga a través de la comprensión del funcionamiento real.
De la misma forma que si un niño te pregunta por qué un objeto cae al suelo no le responderías escribiéndole las fórmulas de la Ley de la gravitación universal, sino que tratarías de explicarle ese fenómeno, la técnica de estudio de Feynman, te ayudará a comprender incluso los temarios más complejos.
Lo mejor de este sistema de estudio, es que no solo te ayudará a aprender ese, sino que también acelerará tu capacidad para escalar en la complejidad de los temas, porque tu conocimiento se basará en la comprensión de los conceptos, no en su memorización.
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La noticia
Cuéntamelo que verás cómo lo aprendes: el método Feynman para aprender conceptos complejos como si fueras un niño
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por
Rubén Andrés
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